...LO DESCONOCIDO ES EL LUGAR DONDE SE PRODUCE EL CRECIMIENTO,
NO TIENES QUE SABER A DÓNDE VAS, LO IMPORTANTE ES ESTAR EN EL CAMINO...

martes, 31 de agosto de 2010

Segundo dia en la ciudad de los olores...

Segundo día en la ciudad de los olores... o de las iglesias... o de las culturas... o de las distintas lenguas... Que paraíso racial, me encanta!
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Parece ser que éste es un lugar donde toca repetir todos dos veces, unas veces queriendo otras sin predeterminación. Hoy me levanté con la idea de recorrer los mismo sitios de ayer. Y para que? se preguntarán... pues porque ayer no llevaba camara y hoy sí... Se que suena raro, y que es imposible repetir cada momento de ayer, pero hay sitios que no podía dejar de fotografiar!
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Así que, nuevamente, me dirijo por segunda vez al barrio en el que mas agusto me siento: el barrio árabe. Quiero hacer lo mismo de ayer, pero también ampliar un poco lo recorrido, así que antes de caminar hacia la mezquita de Sultán busco en el mapa: cementerio árabe y mezquita de Fátima. Lápidas diseminadas por el cesped y congregadas alrededor de ciertos árboles sin ton ni son. Una amalgama que parece abandonada y que no me atrevo a despertar. Doy vueltas y mas vueltas. Sigo perdida. Mi mente confunde las calles y doy trabajo a mis pies. Estoy a punto de dar la mezquita de Fátima por perdida, pero finalmente la encuentro. Paro en una zumería para no deshidratarme, qué calor! qué forma de sudar... todo el dia empegostada! (no se si ensenarles las fotos, porque salgo...). Además, me pido un tipo de manzana que nunca había probadpo, Rose Apple, más aguada y más dulce, pero nada del otro mundo...
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Ahora sí: Mezquita Sultán y sus calles llenas de tiendas. Me pego el día entrando y saliendo de los puestos y mini-tiendas. (Como me pusiste en facebook Ciro mi tarjeta y mis pies están que arden!) Que si miro esto, que si compro lo otro, que si quiero lo de más allá... Como les digo aquí los vendedores te persiguen, cada vez que pasas por delante te saludan y te invitan a entrar, si estás dentro se desviven pero lo último! Despues de decidirme a comprar unas chorraditas, voy a pagar con tarjeta y me dice el chico que no tiene para Visa, pero que si quiero me puede acompanar al cajero! Eso se llama no peder una compra, no les parece? Pues efectivamente allá que nos fuimos de paseo. Hindú, con unos ojos miel que parecen un imán, tiene una fábrica en su India natal, lleva ocho anos viviendo en Singapore... "Ahora cuando vuelvas a la tienda te enseno unas pasminas de cachemira...", pero ya me las enseno ayer. Le doy el dinero y me quedo por la zona (pues nos pegamos un pateillo desde la tienda hasta el centro comercial más cercano).
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Ahh bueno!! pero no todo fue superficialidad compulsiva. Hoy entré a visitar la mezquita, no sin antes ponerme una túnica para que no ensenar nada... "De donde eres?", me pregunta un senor mayor, que reconozco fue el que me dio los libros ayer. "De Espana!!! Ven conmigo que te enseno la mezquita". Una visita corta, pero el senor lo dio todo. Me llevo a la sala de rezo de las mujeres (en el segundo piso) que estaba cerrado al público, me leyó una sura del Corán (en árabe y con traducción, claro), se sacó una foto conmigo y me dió su email para que se la mandara. Poco tiempo, pero agradable.
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Después de pagar al chico hindú entré a ver Parkview Square Hotel. Solitario, sin edificios que lo agobien alrededor parece aún más majestuoso. Con esculturas en los jardines: Chopin, Dante, Newton o incluso Dalí! Y con un interior recargado pero precioso. "No se pueden sacar fotos", ja! no te lo crees ni tú... "Quiere algo de beber?", oro? porque es recaro. Me siento, escribo un par de notas para disimular, saco unas foticos y me voy.
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Siguiente parada Raffles Hotel. Alojamiento de lujo, de estilo colonial inaugurado en 1887, lugar emblemático porque un tigre fue tiroteado en el hotel, porque fue el lugar donde se creo el 'Singapore Sling' (Cocktail típico de aquí), porque su Long Bar está catalogado entre los diez mejores bares del mundo, bla bla bla.
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Laksa. Tengo hambre y al igual que ver los edificios, quiero probar los sabores de este lado del mundo. Tengo una lista con distintos platos, hoy he probado Laksa, es una sopa con noodles, sabe a pescado pero también le ponen pato y es un poco picante (Lo, Anita... qué remedio! ya me voy acostumbrando al picante y ya no lloro...). Eso sí, quería todo como lo hacen así, sorbí la sopa, me tomé el líquido con la cuchara que ellos usan y me comí los fideos con palillos! (aunque luego tuviera agujetas en los dedos...). Dato: servilletas en este país para comer? para qué! o pides o nunca te dan.
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Me dirigjo a Orchard Road. Una calle enorme llena de tiendas de todo tipo, pero, sobre todo, de lujo: Prada, Rolex, Louis Vuitton... Lo que quieran. Qué escaparates!! (se me olvidó decirles ayer del centro comercial al lado del super hotelazo Marina Bay Sand... pero qué bonitos! enormes, originales, y finos (mamá te he sacado ochenta mil fotos! No tienen desperdicio). Me paseo, o mejor dicho me pierdo nuevamente entre escaleras mecánicas, gentío, precios y mil artículos. Hago un receso, mis pies están empezando a morir... Me tomo un café y algo dulce: sandwich de coco con mantequilla ?? Yo quería chocolate!! (Lo, tengo tus Tim Tams en mi maleta que está en una habitación guardada y me estoy muriendo!!), pero es que eso es otra cosa, aquí el chocolate no es tan popular... Cómo puede ser! Los asiaticos tienen unos dulces muy particulares, cosas fritas con sabores a gambas o pasteles de colores... Los árabes todo con miel... Los hindúes ni idea... Así que me decidí a probar algo nuevo, estaba bueno! y me repuso las pilas, pero no quitó las ansias del cacao...
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Mis pies no pueden más, estoy harta de caminar así que en vez de recorrerme tooooda la calle de tiendas me cojo el metro hasta el Botanic Garden. No words... Qué bonito! Enorme para empezar. Lleno de árboles enooormes. El lago de los cisnes. Me siento en unas escaleras. Escucho un ruido del árbol que tengo encima, pajaros? no, ardillas!!! dos super monas... una no para de corretear de rama en rama, sube, baja, brinca... me quedo dormida. Sigo andando, esto es el paraíso: tortugas, nenúfares, bonsais, el jardín de las orquídeas, el paseo de los jengibres, y lo mejor! Un escenario en medio de una explanada de césped, lago y árboles y palmeras para la Orquesta Filarmónica. Mi cámara se ha quedado sin batería! Shit!!
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Me termino quitando las chanclas. Me duele todo, y las cholas me rozan. Caminando por entre los jardines descalza me siento libre. Unas veces húmedo, otras resbalazido, otras áspero, otras suave... meto los pies en el agua y sigo andando hasta la salida.
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Cojo una guagua para recorrer por arriba toda la calle que antes me perdí bajo tierra. Y me dirijo al backpacker. Necesito una buena ducha. Y otra vez me tiro a la calle. Esta vez el hambre me hace parar en un hindú. Fish Meal. Un gran montón de arroz, tres tipos de curry, una salsa de yougurth (que se debe comer después de las salsas de curry), y verduras sobre una hoja de palmera. El camarero me ensena como y en qué pasos debo comer cada cosa. Mientras, de fondo, una película de Bollywood pone ambiente al restaurante. No puedo quitarme, aún, el sonido de la música. Quiero un cd!!!
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No he parado en todo el día, pero me agobio de pensar que en dos días he visto lo mismo y me queda todavía por explorar el barrio indio y el chino. Así que emprendo camino por entre la noche en Little India (que es como se llama el barrio). Sólo hombres. Otra vez siento que me miran, pero no era cosa de ayer, durante todo el día de hoy también he tenido la misma sensación. Pues si no hay remedio, qué se le va a hacer, no por eso voy a dejar de salir. Unas calles de mala muerte... me repierdo! Doy la vuelta cuando el olfato me dice que por ahí no. Pero no doy con la calle de los dos templos que quiero ir a ver.
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Entre tanto laberinto doy con un puesto de Durians. Hablo y me saco fotos con los vendedores, pena que no les pueda guardar el olor... Como les dije ayer es una fruta típica de Indonesia, y por lo que me pareció entender a los fruteros, también de Malaysia. Se le llama la "fruta reina" y es muy popular. Los indonesios son capaces de pagar una barbaridad por uno de ellos. Verde y como con pinchos por fuera, y amarillento por dentro con pipas marrones. Me lo dio a probar un companero de mi última casa, de textura muy suave (aunque para mi gusto, de esa que me repugna). Tiene un olor tan tan fuerte que si lo abres en la cocina lo puedes oler en tu habitación! O para que se hagan una idea, los Durianes están prohibidos en el metro de Singapore!!! (aunque eso de las prohibiciones no es una novedad en esta ciudad donde todo está prohibido: fumar, tirar cosas al suelo, comer o beber en el metro... todo con multas muy caras o incluso con la muerte, en el caso de obtención de drogas).
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Después de otra ronda por diversas calles, no queriendo!, llego a los templos. Super bonitos por fuera. "Deberías venir manana para que entres. Además hay un festival por el dios X, y se van a hacer unas actividades muy coloridas, deberías venir", me dice el chico que me saca la foto, está trabajando poniendo la tarima para la celebración que me comenta. Como ya he dicho, esta parece la ciudad de una segunda vez. Será pequena, pero se puede hacer muchísimo.
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Me ha recomendado que vaya al río de Singapore, donde hay varios bares. Estoy rebentada, pero sino lo hago hoy, cuando sino? Así que allá me dirijo. Me paseo por entre los tropecientos bares y restaurantes que hay pegados unos de otros. La creatividad arquitectónica y decorativa de este país me tiene alucinada... Sitios super chulos! (Ali te encantarían!!!). Pero no entro a ninguno, me doy una vuelta pero me dirijo a casa.
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Por cierto, todas las esquinas (chinas), incluso en la puerta de una de las discotecas hay instaladas unas mesitas con incienso, frutas y dulces, velas... Es el mes en el que las almas de los muertos salen por la noche, por eso le ofrecen comida, le rezan y le queman incienso y dinero.
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Cojo un taxi o un bici-taxi? Será muy caro? Es seguro? El caso es que me cojo el bici-taxi. Cuando paso me silban (como a todos) y al final no resisto la tentación. "Pero diez dólares, eh?". Me pongo a hablar con Boon, que es como se llama mi conductor. Original de Singapore, 41 anos en el cuerpo y 30 en el oficio... "Me gusta mi trabajo porque también me mantengo fit, y todo con una sola fuerza: la de mis piernas". Empezamos a hablar, y aunque la mayoría del tiempo no le entiendo... entre el ruido de los coches que nos adelantan y su forma de hablar... "eh? eh? eh?". De todas las palabras que balbucea en un inglés asiático me entero de que su mujer está muerta (cuando me lo contó me hizo un gesto con el dedo: "mi mujer está", y dobla el dedo indice...), que tiene un hijo de cuatro anos, que quiere que su hijo estudie... Me cuenta toda una historia que no sé si es para darme pena y que al final le de más dinero o si es real. Yo me la quiero creer, y me la creo, y, además, me da pena. Y viajo tan absorta de la realidad que se me olvida que ando en un asiento pegado a una bicicleta por entre los coches, se me olvida que estoy en Singapore... No me importa que tardemos el doble, no me importa nada! "Viajas sola? Que atrevida/coraje!! Ten cuidado", es la tercera persona en el día de hoy que me dice lo mismo. Quizás porque han sido hombres... Anyway, al final todos coinciden en que Singapore es seguro. Lo es.
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En fin, menudo rollo les he contado! pero es que tengo mono atrasado. Ya les dejo, manana finalmente me voy a Malaysia (jaja, Jero estoy viendo con qué me quedo para buscar destino! que me reí con tu comentario...). A un pueblo a 4horas de aquí, Melaka. Voy y vengo en el mismo día (Naty, Kuala Lumpur me quedaba a 8horas ida, 8horas vuelta y paso de la paliza, ya estoy lo suficientemente molida...). Lo vi anunciado en el backpacker y Carlitos, mi jefe del restaurante, me lo recomendó. Asi que manana: nuevo país.