...LO DESCONOCIDO ES EL LUGAR DONDE SE PRODUCE EL CRECIMIENTO,
NO TIENES QUE SABER A DÓNDE VAS, LO IMPORTANTE ES ESTAR EN EL CAMINO...

viernes, 25 de diciembre de 2009

Por fin continúa... Por fin en Queenstown (Nueva Zelanda IV)

Me cago en su P*$%&* M*=·* Se me acaba de borrar todo el blog que estaba escribiendo!!! Lo estaba terminando F^*******!!!!! Mierda, mierda, mierda!!! Llevo tooooda la P*%$& tarde escribiendo, pensando y repensando para que esta mierda se borre! J*****!!!!!

Les decía... jo... qué pereza otra vez!!! Con todas las ganas que tenía de escribir y contarles.... pero no por segunda vez..... JODEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRRRRRRRR!!!!! C*$%&! J*·%/! C*$&%$&!!!!!

Les decía que perdonen por el retraso en escribir... La verdad que he tenido montón de ganas de ponerles al día, pero después del viaje no he hecho más que trabajar, trabajar y trabajar... Y también estoy con el papeleo de la visa y el curso, porque se me caduca en nada y sino me echan!

Les decía también que intentaré seguir el ritmo de los blogs anteriores, y contarles todo tal y como lo viví, aunque ya saben que el tiempo lima los detalles... De fotos poco porque estamos a final de mes e internet va a dos por hora, aunque intentaré ponerles algunas representativas para que no se cansen de tanta letra!

A modo de anécdota les cuento también que esta mañana me he levantado con una pesadilla en la cabeza. Estaba en Nueva Zelanda contigo Ali! (esa no es la pesadilla, eh? jaja) y teníamos que volvernos pero perdíamos el avión!!! Qué agobio! qué mal!!

A ver... por donde les dejé... Estaba en Christchurch, dos o tres de la mañana tomando una caña, comprobando como era la vida nocturna de esta pequeña ciudad con grandes habitantes (esta vez en el sentido literal de la palabra Naty, jajaj).

A las cuatro de la mañana el shuttle-bus venía al backpackers para llevarnos el aeropuerto, así que me dirijo allí. Ya hay gente esperando. Tengo que facturar a las seis de la mañana, pero visto lo visto quiero ir con tiempo... Duermo durante el trayecto, y cuando llego me preparo a sacar mi cartera, pero el resto de la gente coge su maleta y se marcha! Pues yo también!! Gratis!! Sigo en mi racha de suerte!

Facturo y busco mi puerta de embarque. Un espacio minúsculo (como el salón de mi piso!) con unas cuantas hileras de asientos. Bueno, pues me echo una cabezada, total! todavía tengo como una hora... Por supuesto, me pongo la alarma. Zzzz... 07.00 horas, suena la alarma... ... y la apago. La apago!!!! Dios! ¿¡¿por qué me cuesta tanto despertarme?!? Se imaginan que después de todo me quedo dormida?? para pegarme un tiro! Además, no sería de extrañar... tengo antecedentes y genes que me ayudan... eh, Papá??

De pronto me despierto de sopetón! La gente ya está embarcando! Ah!!! Con el móvil en una mano, el mp3 en la otra e intentando buscar mi tarjeta de embarque y mi pasaporte en el bolso. "Por favor apague el móvil". Ya saben que yo recién levantada no funciono... "¿Perdón?" - "¿Quiere hacer el favor de apagar el móvil?" - "Si ahora lo apago" y sigo buscando mis documentos" - "Quiere hacer el favor de apagar el móvil?" - Que sí coño! (esto no se lo dije, claro, pero lo pensé). Salgo a la pista directamente y me subo a un avión de hélice.

Quiero dormirme para recargar las pilas un poco más, pero el café que nos dan, las vistas y la exitación no me dejan. Walking on a dream de The Empire of the Sun me acompaña. No paro de sacar fotos e intento sacar mi cabeza por la ventana! Montañas, verde y agua, un adelanto de lo que será Nueva Zelanda. Como dice la canción "Caminando por un sueño" que se ha hecho de rogar! It's real now? / Es real? Eso parece...

El vuelo se hace corto. POR FIN llego a Queenstown. Decido pegarme un homenaje: un desayuno de lujo! Con vistas a la pista y a unas montañas que me parecen preciosas, me tomo un café y unos huevos con bacon y pan. mmm!! Me sabe a gloria. Tengo unas ganas locas de escribir en el blog y contarles que ya clavé la bandera canaria en NZ! Pero "mec mec.. error!". Primero, internet va lento (debe ser porque estamos en el culo del mundo!). Segundo, cuando intento meterme en el blog... sorpresa! no reconoce la contraseña ¿?¿? debe ser que, como me metí en el aeropuerto, a lo mejor se quedó abierto y alguien por hacer la gracia.... el caso es que cuando por fin consigo reinstalar la contraseña ya no me queda nada de tiempo. Y tercero, cuando les intento escribir un mensajito para decirles que todo bien no me deja. Después me di cuenta que mis intentos salieron como publicaciones vacías...

Me voy al baño a acicalarme (me espera un laaaargo día!), recargo la cámara y espero a que Naty me haga la perdida que indique que POR FIN está en el aeropuerto!!! Impaciente me quedo frita otra vez. RING RING!!! Ya está aquí!!!

Salgo al parking en busca de alguna guagua que ponga algo de Contiki. Ahí está!! Antes de nada le doy gracias al guía por conseguirme el billete de avión. "Creo que Natalia quiere darte un abrazo!". Hombre! y yo! después de todo!!! Cuántas cosas tenemos que contarnos de un período de tiempo tan corto!!! Las lenguas se nos traban, nos interrumpimos... pero no podemos hablar... Como somos unos cuantos nuevos, somos cuatro personas que nos incorporamos al viaje hoy, el guía tiene que explicarnos un par de cosas. Jero! te imaginas que mal lo pasé, jjaja! Yo que no me puedo callar si tengo que contar algo! Casi no reviento!!! jajajaj.

Primera parada: TE ANAU. "Tienen tiempo para comer, en media hora salimos". Pues no, no salimos en media hora, ¿y saben por qué? Se pinchó una rueda de la guagua!! Pues vaya! como re-empecemos el viaje así... Jar!

Cuando por fin se arregla todo nos dirijimos a MILFORD SOUND. Uno de los sitios más turísticos de Nueva Qué. Unos fiordos, a unos 15km tierra adentro del Mar de Tasmania, con unas montañas escarpadas que superan los 1.200 metros, una de las más conocidas se llama Mitre Peak. Precioso!!

A todo esto, cuando Naty y yo todavía no nos habíamos re-encontrado me había mandado un mensaje diciendo que metiera una muda para dos días en una bolsa aparte de la maleta porque nos íbamos a quedar en un barco. Pues aquí era, en medio de los fiordos... Mami te hubiera encantado!

Lo primero, instalarnos en los camarotes. Naty y yo compartimos mini-room con Carolina (una chica colombiana también) y Argelia (una chica de México). Antes de cenar unas actividades: kayak, un chapuzón o un paseo en barquito. Lo primero no me apetecía porque te mojas. Lo segundo me apetecía, pero no saben el frío que tenía y lo helada que estaba el agua (dos canadienses se atrevieron!). Así que paseo y un poco de información sobre la flora y fauna. Ballenas, delfines y pingüinos suelen aparecer por aquí, pero nosotros hemos ido cuando los pingüinos ya han emigrado y no tenemos suerte, aunque lo que sí vemos son leones marinos. También nos cuentan que tienen un observatorio marino desde donde se ve el fondo marion precioso, pero que no está incluida su visita en nuestra excursión... pues vaya!!

Leyendo un poco más sobre este lugar, resulta que existe una barra de coral negra (black coral)! y es raro pues sólo se suele ver a grandes profundidades.

De más está decirles que había cascadas para parar un tren. En general no nos hizo muy bien tiempo, más bien nublado, chispando y fresquito. Aunque que lloviera también tuvo sus ventajas, porque la guía nos explicó que cuando llueve enseguida salen cascadas por todas partes, y si durante tres horas para de llover las cascadas se secan! en sólo 3 horas!

Después de una cena increíble! (la cenas incluidas y los sitios donde nos quedamos, muuuy bien del tour) nos quedamos hablando, jugando a juegos de mesa y tomando algo. Ruido, alcohol, meneo del barco y people! Conociendo a mis compañeros de viaje (y digo "mis" porque Naty se fue a dormir!). Llegó un momento en que mis pilas se pusieron en rojo, entonces bajé las escaleras y me fundí en un profundo sueño con el vaivén del mar.

A la mañana siguiente, un desayuno completito! y después a disfrutar de las vistas. Con el barco salimos al mar y después dimos la vuelta y regresamos al puerto. Precioso!! Me sentía como en las películas. A la mente me venía La Misión, todo cubierto por una bruma gris húmeda, nosotros en medio del mar, las montañas flanqueándonos grandes y majestuosas, impasibles (como diría Papá). Me sentía una conquistadora, de nada, pero una conquistadora al fin. Parecía que habíamos retrocedido siglos! Sólo naturaleza, ningún ruido... Una sensación de libertad! Un trayecto de paz...

De vuelta a tierra firme, nos dirigimos nuevamente a nuestra casa: la guagua! Unas vistas increíbles, pronto me daría cuenta de que me cansaría de tanta vista a través del cristal, no por las vistas sino por mi culo... Nuestro siguiente destino: QUEENSTOWN, la ciudad de los deportes de riesgo!