Cualquier lugar es idóneo para encontrarse a alguien. Bondi es como un pequeño barrio donde todos se conocen, donde todos coinciden en el mismo lugar y al mismo tiempo. Una fiesta. Como si sólo existiera un bar, siempre acabas sorprendiéndote de encontrar a fulanito en la pista de baile y acabas compartiendo una copa más... Un día en la playa, cuando el tiempo lo permite. Sobre las toallas y la arena ‘albina’, los amigos chapurrean inglés mientras intentan recargar energías de los rayos de sol que Sydney les regala ese día. Por la calle. “How U doing!” Un saludo rápido, un mowvimiento de cabeza y una sonrisa momentánea. “Always in a hurry”. En el supermercado. La cita semanal o mensual al Coles permite avistar una cara conocida entre salsas de tomate, leche y champús. De regreso en la guagua. 3 de la madrugada: el 380 reúne a los fiesteros que vuelven a casa. Entre cabezadas, risas y palabras inteligibles (consecuencia de los excesos) siempre, siempre! un conocido “Where have U been tonight??”. En una calle oscura y poco transitada... a esas horas en la que los murciélagos chirrían el aire y aletean entre los árboles... a esas horas en que las cucarachas esperan impasibles a que su crujiente y brillante caparazón se caliente al sol. Bajo la luz espesa de una farola un encuentro inesperado. No hay lugar predeterminado, no hay horario establecido. "This is Bondi, just encountering people by chance”.
domingo, 8 de noviembre de 2009
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