Cuántas veces hablé y me debería haber callado. Cuántas veces creí saber y me equivoqué. Cuántas veces juré y luego rompí mi palabra. Cuántas veces...
.Con el tiempo uno aprende...
.Aprende a pensar dos veces antes de entonar una sentencia (aunque cómo cuesta!). Aprende a escuchar. Aprende a abrir la mente y romper prejuicios. Aprende a respetar las diferencias, e incluso, a sentirse agusto en otras formas de vidas distintas a las aprhendidas.
.Con el tiempo, uno aprende que jamás se puede decir "jamás" ni "siempre". Porque la vida, las vueltas y las curvas de la vida, los tramos solitarios y las experiencias, son las únicas que nos definen. Las únicas que nos hacen actuar cómo somos de verdad, con las acciones no con las palabras...
.Cuando no sabemos, es mejor aguardar... esperar desde el balcón de la ignorancia. Escuchar y asimilar. Para que si algún día nos llega nuestro turno, lo intentemos hacer lo mejor posible. Para que aún así, nos equivoquemos.